Cuando queremos aumentar la compresibilidad de algún tipo de objeto o forma, lo normal es que recurramos a diversos materiales que permitan compresión y expansibilidad a partes iguales. Esto lo logramos con el caucho celular, en el que el aire de las celdillas queda comprimido y la goma proporciona una elasticidad que asegura el cierre estanco. En este artículo hablaremos sobre qué se puede hacer con el caucho celular.
Caucho celular: Todo ventajas
Cuando producimos caucho celular, lo hacemos a partir de elastómeros que tienen como base el caucho natural, además del sintético o sólo sintético, con agentes esponjantes añadidos. De esta manera, conseguimos un material hermético y completamente estanco.
El caucho celular tiene la ventaja de que se puede utilizar prácticamente para todo tipo de ámbitos, como juntas de estanqueidad de todo tipo: agua, aire, polvo, aceites, grasas, etc. Además, también es un material que es realmente idóneo para el aislamiento acústico y de vibración.
Otra de las ventajas del caucho celular es que se puede fabricar con diferentes densidades, con tal de poder adaptarse a las necesidades específicas de cada caso, por lo que es un material versátil y de características únicas.
Por ejemplo, el caucho celular microporoso es aquel con una baja densidad y sirve para estanqueidad de diversos agentes. Es resistente a los rayos del sol, al ozono y a las inclemencias meterológicas.
Por otro lado, el caucho celular esponjoso es el que tiene una densidad más alta. Este formato se divide en diferentes tipos de planchas y material, como el neopreno o el etileno propileno, que tienen una resiliencia alta y muy buena resistencia mecánica y química.
Sin importar cuál sea su necesidad, Albervima le ofrece soluciones a medida. Puede explicarnos su caso y le asesoraremos en qué tipo de material necesita en cada caso. Para más información, contáctenos.