Es indudable que una tubería que transporta un fluido o gas pierda calor o frío dependiendo de lo que transporte. Por esta razón, es importante realizar un buen aislamiento de tuberías. Evitamos que los equipos trabajen más para mantener la temperatura adecuada, y con ello un aumento en el consumo energético.
Otro punto a tener en cuenta para realizar un buen aislamiento es la conservación del medio ambiente. Como hemos mencionado, un mayor esfuerzo de la maquinaria por mantener la temperatura óptima del sistema emite más contaminación.
¿Qué material usar para el aislamiento de tuberías?
Existen varias opciones para aislar tuberías, pero la que reduce considerablemente la pérdida energética proviene de las espumas de caucho.
Es un material que se ha consolidado como un eficaz aislante, tanto en instalaciones domésticas como industriales. Su fabricación en celda cerrada le confiere una baja conductividad térmica, lo que evita la pérdida de temperatura.
Una de sus principales ventajas frente a otro tipo de materiales para aislar es su gran flexibilidad. Facilita mucho la instalación incluso en tramos de tubería con curvas, ángulos o zonas de difícil acceso.
Además, el neopreno es un material resistente a la humedad y al vapor de agua, lo que ayuda a prevenir la aparición de condensación en tuberías de agua fría. Mejora la eficiencia energética mientras protege la instalación de la corrosión alargando su vida.
Otra cualidad del caucho neopreno es que es autoextinguible y no propaga la llama, lo que lo convierte en la mejor opción para edificios y zonas donde se requiere cumplir con normativas específicas de protección contra incendios.
Por último, y no menos importante, es un material ligero, duradero y fácil de manipular, lo que reduce los tiempos de instalación y costes asociados a la mano de obra.
